Sinopsis: Antonio Salieri es el músico más destacado de la corte del Emperador José II de Austria. Entregado completamente a la música, le promete a Dios humildad y castidad si, a cambio, mantiene sus dotes musicales de excepción. Durante algún tiempo cree que su voto ha sido escuchado pero, la llegada a la corte de un joven llamado Wolfang Amadeus Mozart, le relega a un segundo plano. Irritado por la pérdida de protagonismo, va a hacer todo lo posible para arruinar la carrera del joven músico. Mientras, Mozart sorprende a todos con sus excepcionales dotes musicales y sus caprichosas excentricidades.
Crítica: Amor y odio.
Brillante. Milos Forman, después de encandilarnos y maravillarnos con la obra maestra "Alguien voló sobre el nido del cuco" nos trae otro peliculón como la copa de un pino, a pesar de que no supere a "One flew over the cuckoo's nest". Siempre he pensado que este genial director tiene un estilo impresionante a la hora de hacer films. Y aquí se plasma perfectamente, otra vez.
Y es que, "Amadeus" se acerca más a ser una obra de arte que a ser una película.
Un film espectacular e impresionante donde los haya, excelente en casi todos los aspectos.
Empezando, por la banda sonora.
Al leer la sinopsis ya podíamos intuir que la música sería no solo más que buena, sino magistral. Mozart es reconocido mundialmente por méritos propios, y todos lo sabemos. O casi todos. Pero al ver "Amadeus" no solo nos encontramos con una banda sonora no de 10, de 20; también tenemos la música adecuada para cada momento y situación; más un aspecto que quiero mencionar.
El caso es que esta película no abusa en ningún momento. Ni de la música de Mozart, ni de la de Salieri, ni de la de nadie. Se han dado muchos casos de films de esta temática que han abusado desmesuradamente de la banda sonora para así intentar gustar más al público o para aprovechar la ocasión por poder usar la música al gusto; pero aquí eso no ocurre. Todo está en perfecta concentración y cantidad. Y eso no es muy común.
Y no solo la banda sonora es perfecta; porque el vestuario también lo es.
Un vestuario más que sobresaliente. Unos trajes y unos vestidos tan buen dosificados para cada situación, escena y momento y tan bien empleados que hasta llegan a fascinar.
Fascinar del mismo modo en que lo hace la escenografía. Unos escenarios de escándalo; igual de buenos que el vestuario. Magistralmente manejados y recreados, además de dar puntos extras a la fotografía al ayudar con tema del colorido.
En cuanto al guión tenemos una historia -que no sé si es verídica o no, debo reconocerlo- que se desarrolla perfectamente, mostrándonos cómo se puede llegar a odiar y a querer a una persona al mismo tiempo. Las actuaciones son más que buenas, en especial la de los dos protagonistas. Y la dirección es magnífica, junto con la fotografía.
Una obra de arte.
Entre notable y excelente en todos los aspectos técnicos y con un guión desarrollado y adaptado a la gran pantalla con maestría.
Una joya que los ocho Óscars que ganó los tiene muy merecidos.
Mi nota: 8,7 sobre 10.
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