Sinopsis: Fonda y sus amigos van al bosque a pasar unos días. Sus amigos son víctimas del mutante asesino, Tres Dedos, convirtiéndose en su alimento. Mientras tanto algunos prisioneros peligrosos están siendo transferidos por Nate Wilson, un guardián de la prisión, que va a retirarse para convertirse en abogado. Durante el transporte su camión es atacado por Tres Dedos. Por lo que los prisioneros se fugan. Mientras huyen por los bosques, los prisioneros encuentran por casualidad un camión abandonado lleno de bolsas del dinero. Uno por uno Tres Dedos acaba con todos los prisioneros...
Crítica: De mal en peor.
Tercera entrega, y cada vez más mala. Si la segunda parte de "Km. 666" era para verla, escupirla, quemarla y tirarla esta ya es para no verla directamente.
El caso es que, como en "Camino Sangriento (Km. 666 II)", en lugar de potenciar los puntos fuertes que puede tener una saga así (que no son muchos, la verdad) comienzan a potenciar los malos, pero ¿Por qué?
Me parece a mí que el dinero les mueve más que otra cosa (como a muchos), pero, en mi caso, yo no pagaría por ver esto ni harto de vino. Pero si fuera eso, ¿Lo más sensato e inteligente no sería hacer un buen film para que todos pagásemos para verlo? ¿O es que el señor Declan O'Brien no tiene ni mísera idea de cine y no sabe cómo va esto? Aunque, creo suponer que, después de ver esto, al único público que llama la atención es al que está en pleno apogeo de la pubertad, ya que sale todo lo que unas hormonas revueltas quieren ver en un film de este tipo.
Pero, quitando al público adolescente, esta película no tiene nada que ofrecer a nadie más. Empezando por el argumento: cuatro amigos que van al bosque a pasarlo bien, después los prisioneros que van a hacer un traslado y pasan por la carretera que cruza el bosque y luego Tres Dedos (como llaman a este caníbal) los cazará a todos.
Eso es lo que más me hace gracia: en las anteriores películas (las dos anteriores, para ser exactos) a los caníbales ya les costaba bastante cazar a todas las víctimas, y eso que eran muchos mutantes; sin embarg, en esta tercera entrega uno solo ya los caza a todos. Qué apañado.
Pero, quitando eso, el argumento y la trama son demasiado rebuscados para lo poco que ofrece en realidad. Nos sueltan todo el rollo de los prisioneros y los cuatro amigos, lo mezclan todo, pero, ¿Con qué finalidad? Al fin y al cabo lo único que veremos durante todo el metraje son cuatro muertes malogradas y cutres. Y es que, dejando a un lado su limitado argumento que solo nos enseña muertes por un tubo, esos asesinatos a manos de Tres Dedos vienen acompañados de efectos especiales cutres, mediocres y horribles, el encargado de ese apartado técnico ha hecho un trabajo horroroso. Si en la dos ya costaba trabajo creerse los efectos visuales, aquí ya nos será imposible. Y en cuanto a los efectos sonoros más de lo mismo.
Y, con solo eso, ya se puede decir que es un mal film, pero es que, como era de suponer, todavía hay más cosas, por desgracia.
Entre las actuaciones, nada creíbles y dignas de una telenovela sobreactuada en algunas ocasiones y en otras dignas de tener el mismo abanico de emociones que un pedazo de cemento, podemos observar que los actores no pasarán a la historia, al menos en este film no.
Luego, "Tres Dedos", que, a pesar de que el bosque es enorme, parece encontrar siempre a sus víctimas en un tiempo récord. Y, además de eso, la puntería. Es capaz de apuntar a alguien que está de espaldas y atravesarle un ojo, e incluso un pezón, pero después a la hora de apuntar a los protagonistas no acierta. Qué casualidad.
Además de todo eso, están las situaciones y las escenas incoherentes e idiotas, de tal calibre como preferir coger dos sacos llenos de dinero antes que salvar sus propias vidas. Y escenas más graciosas y cómicas que terroríficas, como alguna que otra muerte capaz de desternillar a cualquiera.
Mala en todos los aspectos técnicos posibles, e incluso en la música, digna de cualquier telefilm de sobremesa de esos para echarse la siesta un domingo.
Con muertes exageradas hasta puntos insospechables, lideradas por efectos especiales (tanto visuales como sonoros) de una calidad pésima, por debajo del cero.
Argumento rebuscado para poner un toque de originalidad que, al fin y al cabo, aunque la trama tenga un mínimo de eso, todo lo demás está lleno de tópicos que lo estropean todo.
Mala, mala, mala, mala, mala y mala. Una auténtica basura.
Mi nota: 2,2 sobre 10.
Pero, quitando al público adolescente, esta película no tiene nada que ofrecer a nadie más. Empezando por el argumento: cuatro amigos que van al bosque a pasarlo bien, después los prisioneros que van a hacer un traslado y pasan por la carretera que cruza el bosque y luego Tres Dedos (como llaman a este caníbal) los cazará a todos.
Eso es lo que más me hace gracia: en las anteriores películas (las dos anteriores, para ser exactos) a los caníbales ya les costaba bastante cazar a todas las víctimas, y eso que eran muchos mutantes; sin embarg, en esta tercera entrega uno solo ya los caza a todos. Qué apañado.
Pero, quitando eso, el argumento y la trama son demasiado rebuscados para lo poco que ofrece en realidad. Nos sueltan todo el rollo de los prisioneros y los cuatro amigos, lo mezclan todo, pero, ¿Con qué finalidad? Al fin y al cabo lo único que veremos durante todo el metraje son cuatro muertes malogradas y cutres. Y es que, dejando a un lado su limitado argumento que solo nos enseña muertes por un tubo, esos asesinatos a manos de Tres Dedos vienen acompañados de efectos especiales cutres, mediocres y horribles, el encargado de ese apartado técnico ha hecho un trabajo horroroso. Si en la dos ya costaba trabajo creerse los efectos visuales, aquí ya nos será imposible. Y en cuanto a los efectos sonoros más de lo mismo.
Y, con solo eso, ya se puede decir que es un mal film, pero es que, como era de suponer, todavía hay más cosas, por desgracia.
Entre las actuaciones, nada creíbles y dignas de una telenovela sobreactuada en algunas ocasiones y en otras dignas de tener el mismo abanico de emociones que un pedazo de cemento, podemos observar que los actores no pasarán a la historia, al menos en este film no.
Luego, "Tres Dedos", que, a pesar de que el bosque es enorme, parece encontrar siempre a sus víctimas en un tiempo récord. Y, además de eso, la puntería. Es capaz de apuntar a alguien que está de espaldas y atravesarle un ojo, e incluso un pezón, pero después a la hora de apuntar a los protagonistas no acierta. Qué casualidad.
Además de todo eso, están las situaciones y las escenas incoherentes e idiotas, de tal calibre como preferir coger dos sacos llenos de dinero antes que salvar sus propias vidas. Y escenas más graciosas y cómicas que terroríficas, como alguna que otra muerte capaz de desternillar a cualquiera.
Mala en todos los aspectos técnicos posibles, e incluso en la música, digna de cualquier telefilm de sobremesa de esos para echarse la siesta un domingo.
Con muertes exageradas hasta puntos insospechables, lideradas por efectos especiales (tanto visuales como sonoros) de una calidad pésima, por debajo del cero.
Argumento rebuscado para poner un toque de originalidad que, al fin y al cabo, aunque la trama tenga un mínimo de eso, todo lo demás está lleno de tópicos que lo estropean todo.
Mala, mala, mala, mala, mala y mala. Una auténtica basura.
Mi nota: 2,2 sobre 10.
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