Sinopsis: Freddy Krueger está en el Infierno, de verdad. Hace diez años que este personaje sacudió nuestros sueños para llevar a cabo su sangrienta venganza. Su recuerdo ha sido sistemáticamente borrado. Las potenciales víctimas han sido drogadas para impedir que sueñen, eliminando su miedo a Freddy, y esto representa una tortura extrema para un psicópata egocéntrico. Pero entonces Freddy resucita a Jason Voorhes, el loco protagonista de la serie de películas "Viernes 13". Para Freddy es el medio perfecto para volver a aterrorizar a los habitantes de Elm Street y le da la oportunidad de salir de su purgatorio. Manipula a Jason con suma facilidad y le engaña para que viaje a Springwood para iniciar otro reinado de terror.
Crítica: Dos iconos del terror unidos.
Un buen intento, no ha salido del todo mal. Unir dos de los más famosos asesinos en serie del cine de terror puede ser algo catastrófico, depende de cómo se mire y de cómo se desarrolle el film. Pero, he de reconocer, que una de las cosas buenas que tiene esta película es que ha sigo capaz de desarrollar un guión y una trama perfectas para unir a estos dos personajes.
Y por eso, yo aplaudo: por haber sabido mezclarlos en una sola película perfectamente.
Pero, quitando eso, todo lo demás no es nada destacable.
Por ejemplo: los actores. Actores cuyas actuaciones están entre lo lamentable y lo lamentable. Exceptuando los dos asesinos por excelencia. Robert Englund sabe interpretar a Freddy, es único en eso, y lo hace perfectamente. Y Ken Kirzinger, en mi opinión,interpreta al mejor Jason Voorhes de TODA la saga de Viernes 13, a pesar de tener varios defectos. Y es que este es el Jason que quería y esperaba. Un Jason Voorhes con debilidades, miedos y temores, un Jason con recuerdos, un Jason más humano, dentro de lo que es. A pesar de eso, durante toda la saga de Friday the 13th hemos visto a otro Jason.
Y es que, por mil millones de veces mejor que sea este nuevo Jason, en todas las secuelas de Viernes 13 hemos visto que no tenía miedo al agua y que era inmortal.
Ahora tiene una fobia profunda al agua, lo cual es perfectamente entendible, y tiene recuerdos, y no es invencible, es prácticamente invencible.
Aunque el cambio ha sido demasiado tarde, más vale tarde que nunca. Pero, es un cambio tan repentino, que parece un fallo incluso.
Y, me gustaría decir que, a pesar de que Robert Englund interpreta a Freddy igual de bien, como siempre, hay un fallo importante en el guión. Cosas que hace Freddy (en especial en la última mitad del metraje) hacen que no sea el mismo Krueger de siempre. Eso es un fallo importante.
Sé que a Freddy le gusta hacer tonterías y humor (a parte de matar) pero hace un tipo de cosas que no hacía antes.
¿Freddy luchando contra Jason haciendo karate? ¿Freddy haciendo rebotar a Jason por las calderas cual pelota de tenis? Y más cosas. Este no es el Freddy que conocíamos. Pero, no es culpa de Englund, es culpa del guión.
Otra cosa mala serían, depende de cómo se miren, las muertes. Unas muertes exageradas dotadas de litros de sangre. Unas muertes MUY comerciales.
Malos sustos; fotografía mediocre (enfoques dignos de un telefilm y zooms de vértigo), efectos especiales algo dudosos pero en general aceptables y con errores en el guión al no tener en cuanto el resto de las dos anteriores sagas. ¿En la sexta entrega de Pesadilla en Elm Street no dijeron que se habían acabado los niños en Springwood? ¿No era Jason quien no tenía miedo al agua? Ahí lo dejo.
Buen argumento para mezclar a los dos asesinos y MUY buena introducción para ser un slasher / versus.
Actuaciones de pena (excepto las dos nombradas con anterioridad), efectos algo cuestionables, muertes exageradas descaradamente y algunos personajes demasiado idiotas como para gustar al público.
Un nuevo Jason que es perfecto para el papel que le toca, y un Freddy que no es el de antes.
No está mal, entretenida, pero para mí no es suficiente para un aprobado.
Mi nota: 4,3 sobre 10.
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