Sinopsis: Jason ha escogido como víctimas a un grupo de escolares que se encuentra en Crystal Lake. Tras una primera masacre, decide ir a Manhattan para acabar con los supervivientes de su primera embestida.
Crítica: Jason el invencible.
Esto es el colmo de los colmos. La basura más grotescamente apestosa jamás filmada. Y se supone que no es la peor de la saga. Se supone. Octava parte de Viernes 13. Después de una casi aceptable séptima entrega me encuentro con una octava que no sirve ni para vomitar encima, ni para usarlo de pañuelo para estornudar en él. Esto, amigos míos, es una de las porquerías más grandes que el cine ha parido.
Si no teníamos bastante con la tres, cinco y seis de lo malas que son, ¡Aquí todavía hay más!
Comenzando por ese guión lleno de insensateces, incoherencias y estupideces que son dignos insultos a la inteligencia racional y humana. ¿Alguien me puede explicar cómo subió Jason al barco sin que fuera visto por nadie? Un tío de casi dos metros (o eso se supone), ancho de hombros y al que nadie conoce, y puede pasearse a sus anchas por el barco, sin que nadie lo vea. Es curioso, ahora Jason es invisible. A lo mejor su padre era un predator, nunca se sabe.
Y, además... Jason, pudiendo volver a tierra a su queridísimo Crystal Lake, ¿Por qué decide irse en ese barco? Porque sí, así sin más.
Y esa manera tan "especial" de "resucitar" de nuevo... menuda manera más forzada y más cutre.
Jason se ha vuelto sinónimo de insulto al entendimiento. En estado puro.
Y es que no solo prentenden que nos creamos que Jason sube a ese barco porque tuvo un antojo de estar en alta mar o que puede pasar desapercibido cuando se va paseando por un barco lleno de gente, sino que, además, pretenden que lo veamos lógico, ya que no paran de mostrarnos escenas de tal barbaridad.
¿O es que Jason puede teletransportarse? En una escena está en un sitio, ¡Y al instante siguiente está en otro!
Jason tal vez sea el asesino más completo de todos: insivisible, eficaz, mortal, y se puede teletransportar. Un currículum más que decente.
Luego, el barco. Un barco donde las luces de la discoteca están encendidas y la música está a todo volumen incluso cuando no hay nadie en dicho lugar. Nunca he estado en un barco, pero... ¿Quieren gastar luz?
Me parece a mí que no.
Luego... Jason en el metro. Me pregunto cómo habrá conseguido entrar al metro, sin pagar y sin nada. ¿Rompiendo las "vallas" (por llamarlas así)? Tal vez, pero ¿Con la cantidad de policias y de gente que hay no es muy raro que no le hayan detenido o que hubiera dejado un rastro de sangre? Todo es muy raro y confuso.
Y dejando de lado a Jason grande, pasamos al Jason pequeño.
Sinceramente, no sé qué pintan en la película las "visiones" de Jason cuando era un niño. No sirven para nada, ni hacen nada, simplemente rellenan escenas que carecen de sentido y de total interés, y con eso aumentan todavía más esa sensación.
Esta película se resume en esto: muertes y basura. Mucha basura.
Me he tomado un poco a risa esta crítica porque esta película no se merece ningún tipo de respeto, ya que lo único que hacen es burlarse de nosotros para sacarnos el dinero de una manera vil e insultante.
No pienso perder más el tiempo con esto.
Mi nota: 1,2 sobre 10.
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