Sinopsis: Una nueva familia se ha trasladado a Elm Street, a una casa que llevaba un buen tiempo deshabitada. Pasado poco tiempo allí, los jóvenes comienzan a tener extrañas pesadillas, tal y como ocurriese años atrás. Uno de ellos consigue darse cuenta de que Freddy intenta poseerle desde el mundo de los sueños, para pasar su obra al mundo real. Aunque intenta resistirse, no puede evitar que el asesino le obligue a realizar terribles acciones. Sólo la novia del joven puede hacer algo por salvar a su compañero, y acabar con Krueger.
Aviso: la crítica puede tener algún spoiler sin importancia, no muy importantes, pero es spoiler.
Crítica: La decepcionante venganza de Freddy.
Un año después de la magnífica "Pesadilla en Elm Street" de Wes Craven nos llegó una secuela, la primera de las 6 que hay, llamada "Pesadilla en Elm Street 2: La venganza de Freddy", pero de venganza no se ha visto demasiado, la verdad.
Esta secuela se ha llevado miles de críticas malas por parte de los fans de la primera, y de los no tan fans también, y es que esta segunda parte (aunque de continuación de la primera no tiene nada, simpemente tiene en común que sale Freddy Krueger y ya está) ha cambiado totalmente la manera de matar de Freddy, la cuestión es: ¿Por qué?
Freddy mataba en sueños, pero en "La venganza de Freddy" (que, repito, de venganza tiene bien poco) ha pasado a matar a través de un chico poseyéndole, y de nuevo la cuestión anterior: ¿Por qué?
Eso me preguntaba "¿A qué se debe ese cambio?", "¿Por qué no han seguido en la misma línea del Freddy Krueger de la película orignal de 1984?". La idea que han tenido para la secuela no es mala, sinceramente, PERO tampoco es muy buena, habría servido para una secuela para más adelante, para cuando se acabaran las ideas, pero no para la primera secuela de la original, cuando la idea del film de Wes Craven sigue "viva" y apenas se ha exprimido.
Dejando un poco atrás el argumento de la primera que está unida a a esta segunda parte gracias al personaje de Freddy y nada más, esta película se concentra en el tema de las pesadillas que incordian y aterrorizan a Jesse (Mark Patton), el protagonista, hasta que Freddy "confiesa" que quiere apoderarse de él para ser de carne y hueso en la vida real, hasta que llega un punto en el metraje que las pesadillas desaparecen, ya no vuelven a aparecer ni para incordiar ni aterrorizar, y Krueger hace su aparición en la vida real. En ese momento pierde toda la "magia" y el encanto que tenía la primera, y que esta podría tener y que no tuvo.
Además de todos los inconvenientes que tiene como una buena secuela, el asesino, Freddy, aparece MUY poco, y eso no es que sea muy positivo tampoco. Tengo entendido que de unos 80 minutos de largometraje que tiene (aproximadamente) solo aparece en unos 13.
Pero no todo iba a ser malo, la película tiene algunos aspectos positivos: es entretenida y no se hace pesada, aunque con los 81 minutos de duración que tiene tampoco dan lugar a eso, pero algo de mérito tiene, y, como dije antes, la idea no es del todo mala (pero tampoco muy buena).
En cuanto al entretenimiento... la primera parte de la película se las pasa con las pesadillas incordiantes y que asustan al protagonista, Jesse, la segunda parte no tiene mucho que sea interesante y la tercera parte vienen las muertes.
Las muertes, además de que hay poquitas, no son tan espeluznantes ni tan magníficas como las de la anterior película, simplemente quedan en eso, en muertes.
Realmente, quien espere mucho de esta secuela que no tenga las espectativas muy altas, al menos para no lamentarse después y si no has visto ya la película, pero puede llegar a gustar.
Con una fiesta en la piscina incluída, con beso final y todo, esta secuela no pasará a la historia por ser una de las mejores segundas partes, eso sin duda. Entretenida y poco más, pero destacando las apariciones de Freddy, que son lo mejor del film. Sin tanto humor negro como en la primera, ni tanto de nada, para mí tiene un poco más del aprobado justito.
Mi nota: 5,0 sobre 10
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