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sábado, 20 de abril de 2013

Amélie (Le fabuleux destin d'Amélie Poulain) (2001) - Jean-Pierre Jeunet

Sinopsis: Amelie no es una chica como las demás. Ha visto a su pez de colores deslizarse hacia las alcantarillas municipales, a su madre morir en la plaza de Notre-Dame y a su padre dedicar todo su afecto a un gnomo de jardín. De repente, a sus veintidós años, descubre su objetivo en la vida: arreglar la vida de los demás. A partir de entonces, inventa toda clase de estrategias para intervenir, sin que se den cuenta, en la existencia de varias personas de su entorno. Entre ellas está su portera, que pasa los días bebiendo vino de Oporto; Georgette, una estanquera hipocondríaca, o "el hombre de cristal", un vecino que sólo ve el mundo a través de la reproducción de un cuadro de Renoir.

Crítica: Un viaje a la humanidad y a la felicidad a través de los ojos de Amélie.
Y eso es lo que nos ofrece esta maravilla de película: un viaje que recorre la mentalidad humana y la felicidad en muchos sentidos. Tal vez me equivoque o no, pero "Amélie" es una película que puede transmitir muchísimo o nada (aunque normalmente transmite bastante) y lo hace dejando huella, una huella profunda e imborrable en mi mente, una huella que perdurará hasta el día en que yo no sea nada más que polvo, o al menos eso creo, y espero que eso ocurra.
Comenzando de una manera curiosa, con la típica cuestión que incluso yo a veces me hago, pero esta vez ha sido contestada nada más empezar el film: ¿En este mismo instante qué estará pasando?. Tal vez pueda parecer una tontería, o tal vez no, pero con eso comienza una película muy profunda que nos descubre muchas moralejas que nos las han mostrado escondidas y disfrazadas como historias, pequeñas historias magníficas que Amélie irá resolviendo con estratagemas rebuscadas para el espectador pero muy bien desarrolladas por ella de una manera fluida y magnífica, donde algunos datos se nos irán pasando por alto (como el "fantasma" del fotomatón, el gnomo de jardín que irá visitando todos los países, etc) y que luego se desvelan dándonos a conocer cosas increíbles, cosas que pueden parecer insignificantes pero que aportan felicidad al protagonista de cada historia. Y eso es lo que nos aporta, además de todas las moralejas, Amélie. Nos aporta dos horas de felicidad continua.
¿Y qué película nos aporta dos horas de felicidad continua? Me parece a mí que muy pocas.
Y es que "Amélie" no solo nos da felicidad ni no solo nos muestra que con estratagemas se puede se puede hacer feliz a la gente; también nos enseñan a valorar las pequeñas cosas, que la felicidad se esconde en ellas, en los pequeños detalles de la vida, que hay que disfrutar de todos esos pequeños momentos, ya que siempre serán únicos por muy parecidos que sean unos de los otros, que hay que valorar más lo que tienes.
Y Amélie, la protagonista, increíblemente bien interpretada por Audrey Tautou, nos muestra todo ese mundo a través de sus ojos.
Nos muestra, además de todo lo que he contado, que por muy difícil que sea tu vida (en su caso la muerte de su madre, su único amigo, su pez, lo tuvieron que liberar, su padre no le hacía demasiado caso y no tenía amigos) siempre tienes oportunidades de ser feliz en un futuro no tan lejano como tú mismo crees.
También nos demuestra que se puede sufrir por cosas tergiversadas que no tienen porque haberlo sido voluntariamente, sino por un error, y que pensar negativamente no te ayuda en nada, ya que puedes equivocarte; que tienes que aprovechar todas las oportunidades que se te presenten, porque puedes perderlas para siempre; que ningún esfuerzo por el cual luches será en vano.
Y es que son tantas cosas las que se nos enseñan en este film que no podría acabar de decirlas ni mañana.
Aparte de ese tema, el cual este film controla a la perfección, los apartados técnicos son magistrales. La música que nos envuelve durante casi todo el metraje, es pura, envolvente, maravillosa e increíble, y hará magia en nuestros oídos. La fotografía, peculiar y hermosa, donde en el 90% juegan con los contrastes de colores (cuando en alguna escena dominan los colores fríos siempre hay algún pequeño contraste de algún color cálido llamativo, y viceversa) y además de esos colores fríos o cálidos, a todos se les da un débil tono como a apagados o a antiguo, dándoles un toque único.
Y el tema del surrealismo de Amélie, cuando se imagina qué cosas le podrían pasar (aunque esto sucede poco) es maravilloso.
Una película perfecta, donde Amelie nos enseñará muchísimas moralejas, entre las cuales están el valorar los pequeños detalles de la vida, que ningún esfuerzo caerá en vano y que hay que aprovechar todas las oportundiades.
Una joya en cuanto a música y fotografía, donde las actuaciones están al mismo nivel que el del film. 
Un argumento simple, pero contado de forma magistral.
Perfecta.

Mi nota: 10 sobre 10.

lunes, 28 de enero de 2013

Harry Potter y la piedra filosofal (Película) (2001) - Chris Columbus

Sinopsis: Harry Potter se entera, el día de su décimo primer cumpleaños, de que es el hijo huérfano de dos poderosos hechiceros, y que él mismo también posee poderes mágicos. En el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería, junto con otros niños que también tienen algún tipo de poderes y donde aprenderán todo lo necesario para ser magos, Harry se embarcará en la aventura de su vida.


Crítica: La primera y grandiosa aparición de Hogwarts a la gran pantalla, dirigida por Chris Columbus. Como adaptación del libro no valdría mucho, la verdad, pero como película de fantasía en sí es realmente magnífica, una auténtica obra digna de admirar. Chris Columbus, tengo que admitir, que el trabajo técnico lo hizo impresionante, pero, si el libro ya de por sí era el más "infantil" de la saga, él hizo la película un poco más todavía, cosa que no quiero decir que sea malo, simplemente que, en la mayoría de los casos, para la gente más mayor no tendrá el mismo efecto que para alguien de mi edad (unos 15 años) o inferior. 
La película comienza con la conversación entre la profesora McGonagall y entre el profesor Dumbledore, mientras se dirigen a casa de los futuros tutores legales de Harry Potter, sus tíos, los Dursley, y esperan a que llegue Hagdrid, el guardallaves y guardabosques de Hogwarts, con Harry Potter, de bebé, entre sus brazos. Yo, al ver esa escena por primera vez, no pensaba que sería el principio de una de mis sagas favoritas, la cual desencadenaría aventuras increíbles, cariño hacia personajes ficticios a los cuales considero magníficos en todos los sentidos y un montón de sentimientos que darían lugar a lo largo de toda la saga. 
Luego, mientras los Dursley se ganan el odio de los fans de Harry (y los no tan fans), recibe la carta, va al callejón Diagón y más tarde a Hogwarts, con el expreso 9 y 3/4.
El callejón Diagón es sensacional, un compendio de colores que se ven por todas partes gracias a las diferentes tiendas que hay. Cuando Harry va a Ollivander's, la tienda de varitas, me pareció, y me sigue pareciendo, una escena perfecta para esta película: nos muestra las primeras acciones que puede una varita (aunque acciones fallidas, y sin contar el paraguas de Hagrid, que puede hacer magia), revela que la de "El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado" está hecha con una pluma del mismo Fénix que la de Harry, un dato de lo más interesante. 
Dejando el callejón Diagón, de lo cual me pareció realmente fantástico, llega el expreso 9 y 3/4, donde conoce a sus futuros amigos, los cuales le acompañarán en todas sus aventuras, y los cuales considerará su familia y con los que vivirá todo en Hogwarts. Una vez en Hogwarts, todo lo que pasa me pareció realmente in-cre-í-ble: el gran comedor, con esas velas flotando encima de todos; todos los profesores; Fluffy; todo. 
Y, apesar de lo maravillosa que me ha parecido solo con eso, llegan los giros inesperados, los misterios que se plantean y más magia todavía. Cuando te estabas esperando una cosa, en este caso (y no entraré en Spoilers), que te pienses que un profesor es el malo, al final hace un giro de lo más inesperado, que nadie se esperaba (a no ser que se hubiera leído el libro antes) y que, si repasas todas las escenas e imágenes en las que se puede confirmar quién es el verdadero malo te das cuenta de que todo el rato lo estabas viendo pero no te habías dado cuenta (Pequeño Spoiler: véase el encantamiento de escoba de Harry en el partido de Quidditch).
Como adaptación, ya dije que no vale mucho, excepto por bastantes decorados de Hogwarts, la mayoría de los personajes (excepto los Dursley: en el libro Dudley y Petunia son rubios, en la película no), y se dejaron varios personajes (Peeves -el poltergeist- o el mejor amigo de Dudley), y algunas cosas más, como el partido arbitrado por Snape, o la escena inicial cuando Vernon, el tío de Harry, va a trabajar y ve ese montón de magos por las calles, o los montones de lechuzas, y algunas que otras cosas más, pero algunas cosas que se han dejado no eran tan importantes, por lo tanto no importa tanto (aunque algunas cosas sí). 

Para mí se merecería casi el 10 sobre 10 en calificación, por el hecho de llenar de ilusión a miles de niños, por ser una película de fantasía increíble, por iniciar en la lectura a muchísimos lectores, por ser, aunque no sea una adaptación muy decente, fascinante, atractiva visualmente, imaginativa, misteriosa, la desencadenante de 7 adaptaciones más sobre los libros escritos por J.K.Rowling, por ser, simplemente, Harry Potter, una película que trae tan buenos recuerdos a tanta gente, que por ese simple hecho, ya se merece la más absoluta nota, y si además le añado todo lo demás, remalcando que como adaptación no es muy buena, creo que por eso se lo doy esta merecida nota.

Mi nota: 8,5 sobre 10.