Reseña del libro: Con dieciséis años cumplidos, Harry inicia el sexto curso en Hogwarts en medio de terribles acontecimientos que asolan Inglaterra. Elegido capitán del equipo de quidditch, los entrenamientos, exámenes y las chicas ocupan todo su tiempo, pero la tranquilidad dura poco. A pesar de los férreos controles de seguridad que protegen la escuela, dos alumnos son brutalmente atacados, Dumbledore sabe que se acerca el momento anunciado por la profecía. El anciano director solicitará la ayuda de Harry y juntos emprenderán peligrosos viajes para intentar debilitar al enemigo, para lo cual el joven mago contará con la ayuda de un viejo libro de pociones perteneciente a un misterioso príncipe, alguien que se hace llamar Príncipe mestizo.
Aviso: la crítica puede contener spoilers.
Crítica: Príncipes, amores, Quidditch y un final inesperado.
Después de un quinto libro más que bueno, pero que no conseguía superar al cuarto, Joanne Rowling nos sorprende con esta sexta entrega, impresionante de principio a fin.
En un principio ya se nos comienza a introducir que Voldemort y los mortífagos siguen en sus andadas por dominar el mundo y destruirlo, como el derrumbamiento del puente y, como lo llaman en el libro, un huracán, pero todo eso causado por mortífagos. Y todo eso se nos explica cuando Fudge habla con el ministro del mundo muggle, y conoceremos al nuevo ministro de magia, ya que a Fudge lo han despedido, cosa que en las películas se conoce en la séptima película (pero las diferencias película-libro las haré en la crítica del film).
Después, nos muestran una escena donde internvienen Bellatrix, Snape y Narcisa (la madre de Draco Malfoy), y ahí ya se nos va mostrando que Severus no es muy de fiar, sin embargo, como Dumbledore confía plenamente en él, todos podríamos pensar que es por orden del director de Hogwarts y no porque es un mortífago, cosa que se verá después (hablo como si no supiera el final de la saga en general, cosa que sí sé).
Unas cuantas de las cosas que más me han gustado del libro son, sin ninguna duda, los misterios que se van planteando y todo lo que se explica acerca de Voldemort. Entre lo que planea Malfoy en la sala de los Menesteres, las "clases" particulares de Dumbledore y todo, es un libro increíble.
Además de contar quiénes son los padres, el abuelo y el tío de Voldemort, se cuenta qué tipo de cosas hacía en el orfanato donde se crió, y cómo consiguió el guardapelo de Slytherin, la copa de Hufflepuff y el anillo de Sorvolo Gaunt (o Marvolo Gaunt, depende de la edición del libro). A más a más, también explica qué tipo de cosas (ya sean objetos o seres vivos) escoge Voldemort para convertirlos en sus horrocruxes, y además, el motivo de por qué elige ese tipo de cosas.
Es libro muy siniestro, dado que se explican muchas cosas acerca de El-Que-No-Debe-Ser-Nombrado y del final intenso, donde Dumbledore muere muy a mi pesar, a manos de Snape.
Y, hablando de Snape, es sorprendente saber que el Príncipe Mestizo era él, el propio Snape, y deja bastante incógnita, aunque luego gracias a Hermione se resuelven algunas dudas.
Es un libro magnífico en todos los sentidos, donde se cuentan datos importantísimos, y donde cada conversación que Harry tiene con Dumbledore se hace única e impresionante, sin duda es de mis momentos favoritos cuando habla con él; y él, el director de Hogwarts, ayuda a muchos que, como yo, no entendían por qué "el amor" era el poder que Harry tenía y Voldemort no, y se explica de una manera soberbia y entendible, y hace recapacitar, y mucho; es como si J.K.Rowling fuera Dumbledore en su interior y expresara toda su sabiduría en este maravilloso libro.
Unas de las mejores entregas de Harry Potter, donde el final, es el principio del desenlace de la saga, ya que queda un único libro.
Leerlo es un lujo.
Mi nota: 9,9 sobre 10.