Reseña del libro: Cuando Harry Potter y sus amigos vuelven a Hogwarts para cursar su tercer año de estudios, se ven involucrados en un misterio: de la prisión para magos de Azkaban se ha fugado Sirius Black, un peligroso mago que fue cómplice de Lord Voldemort y que ahora intentará vengarse de Harry Potter. El joven aprendíz de mago contribuyó en gran medida a la condena de Sirius, por lo que hay razones para temer por su vida.
Aviso: la crítica puede contener algunos o bastantes spoilers.
Crítica: Y los dementores invadieron Hogwarts.
Un nuevo curso significa para Harry varias cosas: nuevos misterios, nuevas aventuras, nuevos amigos, y nuevos enemigos.
El libro comienza, y la magia fluye. Harry, que no puede hacer los deberes en casa, por culpa de los Dursley, se las apaña para poder hacerlos, de noche y a escondidas, y así comienza el primer capítulo. Después Harry recibe cartas de Ron, de Hermione, de Hagrid, y hasta de McGonagall (aunque esta última le envió una carta por diferentes motivos que los otros tres). Después conocemos a tía Marge, un nuevo personaje, que se convierte en una especie de enemiga para Harry, y con toda la razón del mundo.
Dejando atrás la introducción de los dos primeros capítulos, el libro fluye de una manera excepcional, poco a poco te va adentrando dentro de la historia, como en los otros dos libros anteriores.
Con la aparición de Fudge (que ya salió en el segundo libro, aunque fue una aparición bastante breve), para Harry, aunque no se dio cuenta en ese momento, comenzaron los problemas: Sirius Black había escapado de Azkaban (una prisión de magos de altísima seguridad) y va a por Potter, para matarlo, o eso dicen al menos. Los problemas no acaban ahí, ya que se suman los dementores: unas criaturas horrendas que aterrorizan a Harry (y a todos en general), y que tienen que estar vagando por las afueras de Hogwarts para atrapar a Sirius Black. Pero Harry, a lo largo de todo el libro, soluciona todos sus problemas. Aprende a vencer a los dementores gracias al profesor Lupin, el nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras, y el tema de Sirius, donde descubre toda la verdad acerca de él, también es gracias a Lupin.
El tema de Buckbeak me pareció maravilloso, un hipogrifo magnífico, que ayudará mucho a la hora del desenlace.
Tengo que reconocer que para mí ha sido el mejor libro de los tres primeros, el que más me ha gustado, y tal vez el que da un giro más inesperado en cuanto al tema del desenlace, ya que abarca también a Scabbers, haciendo que te lo esperes menos todavía.
Me ha gustado leer cómo y con qué fin Hermione compró a Crookshanks, el por qué plantaron el Sauce Boxeador en Hogwarts (por el tema de Lupin y la Casa de los Gritos), el mapa del merodeador (un mapa perfecto para cualquier alumno travieso), por qué el patronus de Harry es un ciervo (por su padre) y también me ha encantado saber por qué Sirius Black, Peter Pettigrew y James Potter se volvieron animagos (por un motivo de amistad, al menos por parte de James y de Sirius, hacia Lupin), todo es realmente fantástico, impredecible y casi-perfecto en esta tercera parte.
El mejor de los tres libros primeros, con personajes maravillosos, una magia envolvente, Snape siempre odiando a Harry y a sus amigos, Draco Malfoy siempre haciendo de las suyas para que todos le tengamos más cariño (nótese la ironía), con el secreto de Hermione y su giratiempo, una idea MUY original, propicia y magnífica, y con muchas cosas reveladas y contadas.
Mi nota: 9,8 sobre 10.
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