Sinopsis: Durante 14 años el anteriormente Ranger tejano Lefty Enright ha estado obsesionado por encontrar a los psicóticos asesinos en serie que mataron a los hijos de su hermano. Y hoy es su día de suerte. Una dura disc jockey nocturna ha registrado a los necrófagos en cinta magnetofónica mientras descuartizaban y rebanaban a una pareja de niños ricos. Cuando ella se ofrece a ayudarle, Lefty la persuade de reproducir la cinta para tentar a los maníacos a que salgan de su escondite. Pero lo que ella no sabe que es el único testigo de las perversiones de esta familia que sigue vivo... todavía.
Aviso: la crítica puede contener spoilers.
Crítica: La debilidad del asesino.
Tobe Hooper, 12 años después de dirigir su obra maestra y clásico del terror "La matanza de Texas" (1974) nos vuelve a las andadas con una secuela. El caso es que me sorprende que el mismo Hooper haya dirigido esta basura, después ver que podía hacer grandes cosas, como en "The Texas chainsaw massacre" o como "Poltergeist" (1982), dos grandes clásicos, dirigidos por él, pero esta secuela no se la puede considerar ni una segunda parte ni una película.
¿Por qué no se la debe considerar ni secuela, ni si quiera film? Por muchos motivos, por supuesto.
El caso es que "La matanza de Texas 2" es malísima en casi todos (por no decir todos) los ámbitos.
Con un comienzo donde salen dos jóvenes haciendo "cosas que no deben hacer" donde acabarán asesinados por Leatherface (Cara Cuero) disfrazado de zombi (sí, disfrazado de zombi), mientras hacen una especie de persecución por la carretera, que en lugar de huir porque están viendo que los van a matar, siguen corriendo a la misma velocidad teniendo el coche de los chicos y la camioneta de los asesinos a la misma velocidad, sumando que estaban muy pegados, tanto como para que Leatherface les pudiera rajar con la motosierra. Muchos de los que la vieron dirán que estaban en un puente y no podían huir, pero el caso es que si frenan y dan marcha atrás podrían haber vivido.
Y nada más ver eso ya nadie debería esperar mucho de esta ¿película?, pero eso no sería todo.
Con un guión malísimo y unos diálogos peores todavía (a causa del pésimo guión), el largometraje se hace insoportable. Pero no, amigos, no, todavía hay mucho más.
Luego está el cowboy (Lefty), que quiere testigos de los asesinatos causados por la familia de caníbales, y cuando consigue uno (en este caso una, la DJ de radio) ni si quiera la escucha y pasa de ella. Eso sí, después la va a buscar.
Además, la familia caníbal parece que ha conseguido un hobby: participar en concursos de comida y escuchar la radio. Más que una película de terror parece un programa de cocina con asesinos sueltos y humor negro.
Aparte de que el cowboy busca testigos pero que, cuando los encuentra, ni les escucha, consigue hacer que este "film" tenga humor negro por todas partes, llenándola de escenas ridículas.
Una de esas escenas sería cuando va a comprar tres motosierras (dos pequeñas y una grande) y hace esa especie de espectáculo contra los troncos para probar si cortan bien o no (aunque más que probarla parece que lo que busca es matar a alguien con ellas, cosa que se comprobará más tarde) mientras el dueño de la tienda se parte de risa. O cuando entra en la "guarida" de los asesinos que él tanto ansiaba capturar y comienza a cantar "Vamos a cantar, glorias y alabanzas", y un seguido infinito de más escenas como esas. Luego, Leatherface, que parece que se ha enamorado, se excita en una escena, en otra besa a la protagonista, y así, mientras que, en lugar de matarla, comienza a destrozar habitaciones con su motosierra. Sí, tal vez eso demuestra que antes que asesino es persona, pero Leatherface se ve débil y manipulable, y no es nada positivo.
Y su hermano, "Chop-Top Sawyer", tantas veces que intenta parecer más malo de que lo que en realidad es se vuelve pesado y cansino.
Y, para terminar ya porque sino no acabaría ni mañana pasado, debo decir que el final es patético: la protagonista, que vence a sus enemigos, se pone a bailar con la motosierra al estilo "Leatherface". Horrendo y patético.
Penosa. Con malos actores, con un argumento que se sostiene débilmente apunto de desmoronarse, con un Leatherface digno de un adolescente en pleno apogeo de la pubertad, donde se pasará medio metraje bailando con con la motosierra sostenida encima de la cabeza y meneando el cuerpo.
Con una música pésima, digna de un videojuego, donde se repite y repite y te parece estar escuchando siempre la misma.
Aburrida, sin gracia y patética. No hay por donde cogerla.
Tobe Hooper, no sé que te pasó con esta secuela, la verdad.
Mi nota: 1 sobre 10.
Luego está el cowboy (Lefty), que quiere testigos de los asesinatos causados por la familia de caníbales, y cuando consigue uno (en este caso una, la DJ de radio) ni si quiera la escucha y pasa de ella. Eso sí, después la va a buscar.
Además, la familia caníbal parece que ha conseguido un hobby: participar en concursos de comida y escuchar la radio. Más que una película de terror parece un programa de cocina con asesinos sueltos y humor negro.
Aparte de que el cowboy busca testigos pero que, cuando los encuentra, ni les escucha, consigue hacer que este "film" tenga humor negro por todas partes, llenándola de escenas ridículas.
Una de esas escenas sería cuando va a comprar tres motosierras (dos pequeñas y una grande) y hace esa especie de espectáculo contra los troncos para probar si cortan bien o no (aunque más que probarla parece que lo que busca es matar a alguien con ellas, cosa que se comprobará más tarde) mientras el dueño de la tienda se parte de risa. O cuando entra en la "guarida" de los asesinos que él tanto ansiaba capturar y comienza a cantar "Vamos a cantar, glorias y alabanzas", y un seguido infinito de más escenas como esas. Luego, Leatherface, que parece que se ha enamorado, se excita en una escena, en otra besa a la protagonista, y así, mientras que, en lugar de matarla, comienza a destrozar habitaciones con su motosierra. Sí, tal vez eso demuestra que antes que asesino es persona, pero Leatherface se ve débil y manipulable, y no es nada positivo.
Y su hermano, "Chop-Top Sawyer", tantas veces que intenta parecer más malo de que lo que en realidad es se vuelve pesado y cansino.
Y, para terminar ya porque sino no acabaría ni mañana pasado, debo decir que el final es patético: la protagonista, que vence a sus enemigos, se pone a bailar con la motosierra al estilo "Leatherface". Horrendo y patético.
Penosa. Con malos actores, con un argumento que se sostiene débilmente apunto de desmoronarse, con un Leatherface digno de un adolescente en pleno apogeo de la pubertad, donde se pasará medio metraje bailando con con la motosierra sostenida encima de la cabeza y meneando el cuerpo.
Con una música pésima, digna de un videojuego, donde se repite y repite y te parece estar escuchando siempre la misma.
Aburrida, sin gracia y patética. No hay por donde cogerla.
Tobe Hooper, no sé que te pasó con esta secuela, la verdad.
Mi nota: 1 sobre 10.
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