miércoles, 1 de mayo de 2013

La matanza de Texas: La nueva generación (The Texas chainsaw massacre: The next generation) (1994) - Kim Henkel

Sinopsis: Un grupo de cuatro amigos emprenden un viaje. Al caer la noche se equivocan de camino y tienen una accidente en medio del bosque. Buscarán ayuda desesperadamente, pero lo único que encontrarán será el sonido de una sierra eléctrica.

Crítica: El documental de cómo convertir "La matanza de Texas" en basura.
Y esto es el colmo de los colmos. "La matanza de Texas" es una saga deteriorada hasta los límites más inaceptables e inaguantables por culpa de tres secuelas que más que películas parecen manzanas podridas que lo único que hacen es corromper y descomponer una saga que empezó con un clásico del terror de excepcional calidad dirigido por Tobe Hooper en 1974. 
Aunque estas secuelas tan indignas del nombre que calzan tienen un aspecto positivo: gracias a ellas podemos valorar muchísmo mejor a la original, ya que, aunque tenga muchas secuelas malísimas, sigue manteniendo la calidad que tuvo y que tendrá; e incluso logrará que valoremos la función que cumplen los remakes de esta saga, que sin mejorar la versión de 1974, les dan mil patadas a las de 1986, 1990 y esta, la de 1994.
El caso es que "La matanza de Texas: La nueva generación" es la basura más enorme y pútrida que ha podido posarse encima de esta saga.
Comienzo con su argumento, un argumento mil veces visto ya, que no ofrece nada de nada y que, además de todo, se dedica a copiar escenas de la original, como el martillazo en la cabeza que da Leatherface, como  que la "protagonista" salta por la ventana de la casa de la familia de Cara-Cuero, mientras este rompe la puerta principal con la motosierra y un sinfín más.
Además del argumento: simple, demasiado básico y demasiado visto ya y que se dedica a repetir escenas ya vistas dándonos repetidas y constantes sensaciones de déjà vu, el guión es una porquería, que más que un guión parece un vómito estimulado por una arcada provocada por unos dedos inexpertos al querer vomitar.
Con escenas realmente estúpidas, como cuando Heather está en el banco-columpio en casa de Leatherface y Cara-Cuero está detrás de ella, tocándo y oliéndole el pelo y ella no se da cuenta, a pesar de que mira para arriba cuando Leatherface tiene la cabeza inclinada y podía haberle visto perfectamente.
También, esas escenas incoherentes y maltrechas están ornamentadas con diálogos más incoherentes y tontos todavía, y eso ya es decir demasiado.
Y si todo eso no era suficiente, aquí hay más, y cosas peores.
Lo peor de todo para mí ha sido el nuevo Leatherface. Leatherface es el auténtico protagonista de la saga, el más identificador y significativo, sin embargo, en esta secuela es como si lo hubieran reducido a cenizas: lo han masacrado. Lo han vestido de mujer, lo han maquillado, y su máxima participación en la película es coger la motosierra sin usarla para nada y estar el 99% del metraje gimiendo y haciendo ruidos extraños.
Lo han convertido en el hazmerreír del género de ¿terror?, ya que más que una película de miedo parece de comedia; y, además, porque aquí no acaba todo, le han quitado protagonismo. Como he dicho, solo sale gimiendo, haciendo ruidos raros y sujetando la motosierra como si de un ramo de flores se tratase.
Y todo eso, y millones de porquerías más, son el compendio que han formado y han llamado "La matanza de Texas: La nueva generación", que también se puede traducir a "un cúmulo de basuras mohosas y con un hedor insoportable".
Llena de escenas ridículas (como cuando matan al hermnao de Leatherface y sale sangre azul; sí, azul) e incoherentes, con un final que pretendía formar parte de una obra maestra pero que en realidad es confuso e inentendible, con actuaciones rozando el aceptable pero que no llegan ni a eso, con un Leatherface para quemarlo y no volver a saberse nada más de él y, en general, es una película para vomitar encima de ella.
Intolerable.

Mi nota: 0,1 sobre 10.

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