viernes, 28 de junio de 2013

Viernes 13 IX: Jason se va al infierno (Jason Goes to Hell: Final Friday) (1993) - Adam Marcus

Sinopsis: El último descendiente de la familia Voorhess debe detener a Jason, que tras volverse loco, ha sembrado el terror y va dejando tras de sí un rastro de sangre. Si no lo consigue a tiempo, Jason podría volverse inmortal y nadie podría detenerlo.

Aviso: la crítica contiene spoilers, pero recomiendo leerla ya que así te ahorrarás ver esta película.

Crítica: Y todavía sigue sin ser el final.
Ya basta. Ya está bien. Nueve películas, cada cual peor que la anterior. Nueve películas donde salvo solamente la primera (la mejor de todas), la segunda y la cuarta. Las demás son para escupir sobre ellas y no volver a saber de ellas nunca más. Pero esta novena... esta es la peor. Un auténtico sufrimiento todo el rato mientras dura y dura, y se hace eterna gracias a la película en sí, ya que, en general, no se salva nada de esto.
Y cuando digo nada, es absolutamente nada.
El caso es que ya teníamos suficiente "magia" con la séptima entrega, la cual es, de las peores de la saga, la mejor. Pero no, tal vez pensaron que aquí querríamos más.
Pero vamos a ir por partes.
Primeramente, no nos explican qué fue de Jason después del final de la octava parte: nos lo vuelven a poner, así, sin más.
Y encima cuando la policia le atrapa y le "destruye" comienzan a saltar de alegría cual equipo de aficionados al ver que su equipo deportivo favorito ha ganado un mundial. Cuánta seriedad. Puedo entender que se alegren, pero no con tal intensidad.
Luego, los sustos. Sustos acompañados de leves subidas de volumen y con sobresaltos tan pobres que dan lástima.
Dan lástima, como el resto del film.
Luego está ese guión que da asco. Un asco capaz de generarte arcadas.
Lleno de casualidades, escenas incoherentes y con diálogos realmente vomitivos.
¿Era necesario tomar un refresco durante una autopsia? ¿Era necesaria esa increíble falta de seriedad? ¿Era necesario hacer esa enorme estupidez de que el médico se comiera el corazón de Jason para que el alma de dicho asesino se pasara a él? ¿Era necesario un Viernes 13 sin Jason? ¿Eran necesarios esos diálogos taaaaaaan idiotas y estúpidos que adornan el film durante todo el metraje? ¿Era necesario todo eso? ¡No! Y ahí no acaba todo, todavía hay más cosas, pero si las menciono todas no acabaría ni la semana que viene.
Y luego, por Dios, la dirección.
El director, Adam Marcus, debería retirarse al haber hecho esta cosa. Este pedazo de basura descompuesta.
Una dirección llena de fallos y, además, bastante mediocre, cutre y repugnante.
Por si fuera poco todo eso, además nos intentan vender el cuento de que Jason solo puede ser destruido con una especie de espada o daga especial que solo la pueden llevar los familiares de Jason. Ahora, se sacan de la manga que Jason tiene hermana, sobrina, etc. Esto es lamentable.
Para ir terminando ya, porque al final voy a acabar enfermo al estar todo el rato pensando en este bodrio, tengo que decir que los efectos especiales son horrendos, y el final, una cutrada salvajemente idiota.
Un vómito cinematográfico que nos engaña vil y cruelmente para que paguemos por ver esto. El peor escupitajo cinematográfico que nos pueden echar a la cara.
Nos quieren vender la moto de que Jason es inmortal poniéndonos hasta libros satánicos (al estilo Necronomicón) en la casa de los Voorhes, cuando ellos antes eran una familia normal.
Penoso.

Mi nota: 0,3 sobre 10.

No hay comentarios:

Publicar un comentario